Hace unos meses inicié esta ruta, y por problemas de tiempo no pude acabarla. Esta vez subí hasta mi objetivo, un extraño caserío que había observado en los mapas y en la distancia, El Cortijo de la Rellana y los chalets abandonados (como el de la foto). Pinchad sobre las fotos para verlas en su tamaño.
Comienza la ruta en el parking de la Cala de los Toros, junto a la carretera, cruzando la misma en dirección la Isleta donde llegáis hasta una pequeña arboleda con un panel indicador donde que os indica el recorrido. Pequeños repechos pero un paseo muy agradable siguiendo el curso del Barranco del Negro, una pequeña rambla que sigue un curso sinuoso. El final del recorrido se hace un poco más «cuesta arriba», literalmente, acabáis de pasar un bosquecillo de pinos y arriba encontraréis un panel informativo que os habla de ellos.
Justo a la espalda del cartel podéis ver ya el Cortijo de la Rellana.
Allí me dirigí, a explorar el entorno del cortijo.
Es curioso, encontrarse una construcción así en mitad del monte.
Pero lo más curioso es ver que había otras tres construcciones más… bueno cuatro si contamos este bien conservado horno.
Antes de visitar las casas me dirigí al extremo del monte para tener una buena perspectiva del valle de Rodalquilar.
Hay una buena panorámica de la zona, en en días claros supongo que debe de ser una pasada. Aquel día, tan gris, se apreciaba bien hasta Mesa Roldán.
Deshice el camino hacia el conjunto de casa abandonadas de las que hablé antes
Tiene que ser una pasada un amanecer desde aquí, no se que problema hubo para abandonarlas, supongo que el aislamiento, pero me da mucha envidia sana quién haya podido vivir aquí. Vamos a verlas una por una.
La primera casa, que yo he llamado «de los arcos» es la que se sitúa a la izquierda de todas si miramos frontalmente el valle.
Hay unos pequeños muros que hacen las veces de linderos
Pienso que por el tipo de construcción y los materiales deben de ser de finales de los 70 o principio de los 80. Esta es la de enmedio
Es la más humilde de las tres, aunque tenía un saloncito muy acogedor con la chimenea. Entre ellas estos linderos.
Esta tercera es una pasada, el nombre lo dice todo
Las vistas son espectaculares, desde el valle
Hasta las sempiternas «Hermanicas», que parecían volcanes lejanos.
Aquí eché un rato, sobre todo en el terrado.
Bueno, a mi me encantó el lugar. En poco más de tres horas has subido y bajado sin dificultad, además el recorrido se puede alargar hasta las minas de Rodalquilar, es para echar una buena jornada de senderismo. Yo anduve algo más de dos horas allí arriba, así que bajé esta vez acortando un poco el recorrido. Un poquito de trekking fortalece los músculos.
Bajando me encontré con un grupo de cazadores que subían por el barranco camino del coto, les pregunté como iba la caza y me dijeron que malamente, la verdad es que ese día no me crucé con ningún conejo, liebre o perdíz, tan habituales por aquellas tierras. ¿Estarían escondidos en los chalets? tampoco les vi allí.
Me despido aquí, pero quiero aprovechar para agradeceros a todos los que entráis a este Blog vuestras visitas. Gracias a vosotros las estadísticas han subido hasta casi las 50 visitas diarias, con días excepcionales de hasta 400 visitas. Eso me «obliga» a mejorar continuamente y para el año que viene espero darle un empujón definitivo a este espacio con nuevas aportaciones y mejoras.
Gracias a todos, de corazón.
Juan do Cervantes («Greengee di Van»)
Acojonante lo de las casas, tuvo que suponer un trabajo de egipcios. En fin, por esa zona te llevas auténticas sorpresas, antes de que llegaran las prohibiciones, limitaciones, planeamientos urbanísticos, y la biblia en verso,
Pues si, debió de ser una «movida», nunca mejor dicho, llevar los materiales hasta allí, aunque hay un camino por la otra vertiente de la montaña que llega cerca del Cortijo de la Rellana. Supongo que lo subirían por ahí y más tarde lo que llegaría serían esos «planeamientos». De todos modos los que lo disfrutaron en el cuerpo lo llevan, que suerte.
Un abrazo y gracias por tu visita.
Cuando querais podeis pasar alli una noche o las que hagan falta. Bastará con disponer de un coche y caravana o una simple tienda de campaña. Eso si, necesitais la autorización escrita del propietario de la finca, que en este caso soy yo. La autorizacion es simplemente para que no os cuenten tonterias los de medio ambiente.
Gracias por tu comentario Francisco, lo tendré en cuenta. Te envidio (sanamente) por el privilegio que disfrutas o que has disfrutado, el sitio es una pasada. Y tienes razón, los de medioambiente son a veces como el perro del hortelano, son más papistas que el Papa.
Un saludo
Hola,Fco Castro yo siempre he oido que fueron unos hippies extranjeros los dueños y que se fueron y lo dejaron abandonado.
Hay camino para subir a esas casas abandonadas?