En las dos ocasiones anteriores que he visitado Londres, ambas y ésta última también, con personas muy especiales para mi, no me había fijado tanto en este símbolo tan característico de la ciudad del Tamesis. Durante nuestra visita fueron varias las ocasiones que pasamos por su entorno, al menos tres, a diferentes horas del día, y en cada momento pude apreciar sus matices, su imponente presencia, su carisma si este adjetivo se le puede aplicar a un monumento.
Los iconos londinenses son variopintos, múltiples y heterogéneos pero sin duda el Big Ben merece un trato especial.
Esta secuencia pertenece a nuestra primera visita a la gran Torre del reloj, la misma tarde de nuestra llegada.
Comienzo experimentando sus posibilidades plásticas con la fotografía en blanco y negro, acercándome lentamente a sus ángulos y geometrías.
Componiéndolo con otros elementos arquitectónicos para ensalzar su contrastada diferenciación.
Conjugándolo también con otros elementos simbólicos de la ciudad, la quietud de su arquitectura y el frenesí de la actividad urbana.
Coloso guardián del cielo londinense, donde el tiempo es antiguo, y las horas son precisas.
En la tarde, los últimos rayos de luz avivan el dorado de sus agujas, de sus escudos y artesonados.
También en la distancia.
Esta toma pertenece a una segunda visita.
Esta es la misma foto, en color, forzando un poco la distorsión de la lente.
Otro ángulo para recoger la iluminación dorada vespertina.
El mismo juego de distorsión anterior con acabado en blanco y negro.
A continuación tres de las fotografías anteriores con sus colores originales un tanto «retocados».
Con uno de los motivos anteriores en un tríptico con tres tratamientos diferentes.
Otro experimento con un toque sepia.
Esta última tanda también corresponden a fotografías anteriores, pero con un tratamiento diferente en photoshop con el que he estado experimentando ultimamente y que incrementa esos atributos historiográficos de los viejos monumentos londinenses.
Es cierto que a veces, de tanto mirarlos, los monumentos pierden su sentido y debemos aprender a verlos una vez más. Muy buenas las fotos. Un saludo!
Si, pasan desapercibidos con el «ritual de lo habitual», por eso nos sorprenden tanto cuando estamos en ciudades distintas a las nuestras. Supongo que los londinenses lo tienen algo olvidado.
Gracias por tu comentario.
Salu2
Hola greengee
No sabría decirte cual de todas las fotos me gusta más. Son impresionantes todas!!! Que bonitas y que buen gusto tienes!
Espero que te lo pasaras tan bien este viaje como cuando fuiste con nosotros. La verdad es que Londres no es una de mis ciudades favoritas… pero yo siempre que he ido he disfrutado mucho…
Muchas gracias por compartir tus fotos con nosotros!!!
Hola Inma,
Muchas gracias por tus amables comentarios, la verdad es que alientan a seguir con esta bonita experiencia bloguera. De alguna manera las experiencias quedan registradas y los recuerdos se mantienen vivos y siempre a mano en esta modalidad de la comunicación entre las personas.
Un beso para ti y toda la familia.