Los retos, contratos emitidos y firmados por la misma persona, están para ser cumplidos, pruebas de la existencia que nos hacen ir completando etapas en el vasto sendero de la vida. No importa la dimensión de los mismos, son tan grandes o pequeños como queramos plantearlos, tan importantes o nimios, tan relativos pero todos sin excepción suponen un compromiso personal con el habitante interior de nuestro propio ser. «Humanito» lo llamo yo, pues bien, hace ya, mi humanito y yo, decidimos, en un alarde de efusividad y kikirikeo, subir algún día a los singulares montes que coronan el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, «Los Frailes» (Frares en almeriense). También conocidos en el acerbo popular como «Las Hermanicas» incluso (y este es el que más gusta) «Las Teticas» (tan solo mirar su forma). Junto a la de Bacares, Almería tiene 3!!!!.
Quedé con mi amigo Pedro y él a su vez con Philippe en La Isleta del Moro, mientras llegaba éste, tomamos un café y dimos un pequeño paseo para estirar las piernas
Amanecía lentamente y casi a escondidas por entre las rocas que dan nombre al lugar.
La figura de «Las Teticas» emerge con la luz de la mañana, ese era nuestro objetivo del día.
Caperucita feroz!
Dejamos un coche en el aparcamiento cercano a la Playa del Arco en Los Escullos y en otro nos fuimos hasta el Pozo de los Frailes donde decidimos emprender la ruta. Desde allí la subida es fácil, subiendo lentamente hasta alcanzar la cuerda del monte que lleva directamente a la cima. A continuación una aproximación de esa ruta sobre el mapa.
Sempiternas, las pitas, elemento básico del paisaje del Parque, cubiertas aún por el rocío de la mañana.
La zona de aproximación permanecía en sombra y las rocas estaban sembradas de numerosos afloramientos de líquenes de llamativos colores amarillentos y naranjas.
Ya a media altura se aprecia una vasta franja de paisaje, en esta toma San José y el itsmo de Los Genoveses y a la derecha el cerro del Cabo de Gata.
Un par de tomas más abiertas de la misma zona.
Progresivamente vas cogiendo altura y sin mucha dificultad accedes a la cresta que dibujan los montes.
Un poco más adelante ya se atisba la otra vertiente con la Isleta del Moro en primer plano, la punta de la Polacra más atrás y en el último plano Mesa Roldán.
También desde aquí se aprecia la cumbre del primer «Fraile», y hacia allí nos dirigimos.
Aumenta la altura y el paisaje se abre aún más.
Hasta llegar al objetivo, lo que sería el «Pezón» de la primera tetica.
Un merecido descanso, reponer fuerzas y la oportunidad de fotografiar el entorno con estas panorámicas. Pinchad sobre la imagen para ampliarlas y verlas con más detalle.
Un pequeño clip de vídeo con la panorámica desde la cumbre:
El vértice geodésico, el punto más alto del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.
La bajada es más complicada, especialmente al atravesar una confluencia de grandes rocas, que aun a aquellas horas del día permanecían frías como el hielo y muy escurridizas por los líquenes y la humedad. Desde aquí se aprecia el otro «Fraile» o «Frare» como bien apunta mi amigo Nicolau, una palabra almeriense que también se da en Murcia y Alicante, una prueba más del verdadero origen levantino de Almería. Entre ambos «Frares», o lo que sería lo mismo «el canalillo o escote de ambas «Teticas» decidimos emprender el camino de bajada, algo escarpado, pero asimilable.
Hay una pequeña vaguada justo en el centro, desde allí existen varias opciones de bajada, nosotros nos encaminamos hacia la vertiente que da al mar y desemboca en la mina de Bentonita que apreciamos desde la cima.
Esta curiosa roca sirve como colofón a esta ruta, objetivo conseguido, otro «reto» superado con la sana intención de coleccionar experiencias, de conocer y crecer en el disfrute de la naturaleza.
Como reza la canción de Los Romeos «aventureros sin igual». Me alegro de las últimas publicaciones que impacientes se esperaban.
Espero que no cesen las jornadas matutinas descubriendo los rincones del parque y, aprovenchando las fechas, desearte unas felices escapadas.
Amiguito Quique, un honor su visita y disfrute de mis «aventurillas sin igual», las que aquí se exponen y las mejores, las que quedan por vivir. Un abrazo!
Has cautivado a mi humanito. Belleza de imágenes y reflexiones.
Todos los «humanitos» son parte de un todo, cuesta creerlo pero es así, por eso todos caemos rendidos ante la implacable belleza de la naturaleza, de donde venimos, aunque de vez en cuando se nos olvide. Graaaacias por tu visita!