Como todo buen «guiri», existe un lugar en Londres que no puedes dejar de visitar: Buckinham Palace, el edificio icónico de la realeza inglesa. El Palacio de la Reina Isabel, que se encontraba por aquellos días en los fastos de su aniversario, sus jardines, pero sobre todo el boato del «Cambio de guardia» que tantas y tantas veces hemos visto en televisión, en la prensa y el cine y que ya reconocemos como un elemento más de la cultura occidental.
Ciertamente deciminónico, pero representado con tal profesionalidad que te embriaga y te traslada a otras tantas escenas de aquellas películas de los sábados por la tarde. A mi personalmente me gustó tamaña parafernalia, no entro a valorar su desactualizada representación del poder, pero no cabe duda que es todo un espectáculo de color y de historia en vivo.